viernes, octubre 02, 2020

Entrevistamos a la artista y bordadora Maite Ortega




Maite Ortega es una artista y bordadora española que trabaja con varias técnicas pero siempre con el hilo como protagonista. Ha expuesto en galerías de arte e imparte talleres. La hemos entrevistado para conocerla mejor.


¿Cuándo y porqué empezaste a bordar?
Empecé a bordar cuando vine a vivir a Madrid, hace algo más de siete años, un año después de acabar mis estudios de Bellas Artes en Valencia. Cuando llegué me apunté a alguna clase de costura básica para aprender a utilizar la máquina de coser y busqué clases de bordado, en esos años no era tan fácil encontrarlas como ahora. Quería aprender la técnica desde cero, ya que yo había experimentado con hilo de una manera autodidacta pero quería conocer bien la base y nunca había tenido la oportunidad de aprenderla.


Vienes del mundo artístico y trabajas con diferentes técnicas como collage o bordado. ¿Qué te hizo añadir el bordado a tus obras? 

Me interesaba mucho el hilo como material, había hecho ya algunas piezas cosidas, pero desde la experimentación, sobre todo trabajando con papel y fotografías. Por eso, quería aprender la técnica tradicional para conocerla y llevarla después a mis proyectos de una manera mucho más contemporánea, añadiendo ese valor especial que caracteriza a las puntadas.


¿Por qué crees que el bordado es una técnica artística que no se enseña en los estudios formales de arte en nuestro país?
Creo que en nuestro país está menos valorada (afortunadamente esto está cambiando poco a poco), quizás por la falta de información y de conocimiento de nuestras técnicas textiles tradicionales, que son muy ricas y diversas pero no las conocemos prácticamente. Al menos, poco a poco se va borrando esa idea errónea del bordado que tiene mucha gente, como una técnica anticuada.


Homenajeas a muchas mujeres del pasado, anónimas o no, en tus obras con el bordado. ¿Sabes qué reacciones tienen las mujeres de más edad al ver tu obra?
Hay reacciones de todo tipo: desde las que reconocen las puntadas y se sorprenden de verlas aplicadas en fotografías (con las que también se identifican), contentas de ver una nueva manera de aplicar el bordado en soportes diferentes; hasta las que sienten que las fotografías necesitan cierto ¨respeto¨ y no deberían ser intervenidas. Pero en general hay más reacciones positivas, incluso hay veces que me cuentan su historia con el bordado, lo que ellas hacían o siguen haciendo… Es muy enriquecedor.


¿Sobre qué soportes has bordado? ¿Cuál ha sido el más complicado? ¿Tienes alguno en mente que te gustaría probar?
Los soportes sobre los que he bordado la verdad es que son bastantes y muy variados, desde la tela más básica y tradicional, pasando por el papel de diferentes texturas y gramajes, fotografías, cartón, hasta madera o malla metálica.

El material más complicado, o más bien laborioso, fue la madera. Hace unos cuatro años bordé un costurero antiguo que tuve que desmontar para poder perforarlo bien y acceder a todos los huecos. Pero una vez hechos los agujeros, no es muy difícil. Me gustaría probar muchos más materiales, sigo siempre investigando y experimentando, aunque a veces lo primero es encontrar las herramientas adecuadas para poder empezar y hacerlo bien, es importante conocer los materiales y cómo tratarlos.



¿Qué hilos sueles usar?
Los que más utilizo son los hilos Mouliné Spécial, es genial poder trabajar con una gama tan amplia de colores y permiten muchas posibilidades para experimentar con diferentes grosores y crear texturas. También los hilos Perlé y otros tipos de Mouliné con efectos. Pero últimamente el hilo que me tiene alucinada es el Diamant Grandé, un hilo metálico con el que se puede bordar de manera sencilla en diferentes superficies y con resultados espectaculares.


¿Es fácil encontrar el bordado en el mundo del arte y galerías en nuestro país?
Siempre han habido artistas textiles aquí, aunque la verdad es que es más accesible encontrarlas en otros países, aquí han sido más invisibles desgraciadamente. Pero desde hace unos años es mucho más fácil encontrar técnicas como el bordado y otros textiles en el circuito del arte de nuestro país. También es verdad que antes algunas técnicas textiles no eran consideradas arte y se clasificaban como artesanía, aunque ese es un límite un tanto difuso en mi opinión.


¿Qué has descubierto gracias al bordado?
Además de descubrir parte de la historia que nos precede, que es enorme y todavía me queda gran parte por conocer, he aprendido muchísimo del proceso. El bordado no es sólo una técnica textil, va mucho más allá, al igual que tantas otras. Es una manera de expresarse, de auto conocerse, de relajarse… El proceso por el que pasas al bordar es muy rico y amplio: desde preparar los materiales, el diseño, empezar a bordar, enfrentarte a imprevistos que no tenías en cuenta y que quizás aportan algo más, o que por el contrario te hacen tener que retroceder y deshacerlo; hasta tener un resultado después de cierto tiempo, algo que has hecho tú con tus manos y que lleva gran parte de ti, es muy satisfactorio. En las puntadas se puede ver mucho más, ya que según nuestro estado de ánimo bordamos de una manera o de otra, y esto es algo que también veo mucho en las clases que imparto. Además de todo lo que se aprende poniendo en común con las alumnas, no sólo de la técnica, también del proceso. Así que es todo un descubrimiento. Y lo que queda...


¿Te gustaría aprender otras técnicas artesanales textiles?
Por supuesto, me encantaría seguir aprendiendo, ya que hay muchísimas variaciones y aplicaciones de los textiles, tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Es interesante conocerlas y hacer que perduren, que no se pierdan.

Puedes seguir a Maite Ortega aquí

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